El sistema digestivo: ¿tu segundo cerebro?


¿Sabías que tu sistema digestivo es tu segundo cerebro? Cuando te enfrentas a una situación incómoda, seguro sientes un vacío en el estómago, te sudan las manos y hasta pierdes el apetito. ¿Te has preguntado por qué te pasa eso? Todo tiene una explicación científica. 

Existe una relación directa entre el cerebro, el sistema digestivo y las emociones. Resulta que nuestro aparato digestivo no sólo se ocupa de procesar los alimentos que ingerimos, sino que también cumple otras funciones. Éste posee su propio sistema nervioso (llamado sistema nervioso entérico) que contiene alrededor de 100 millones de neuronas, lo que le permite funcionar de forma autónoma hasta cierto punto. Impresionante, ¿verdad?

Cuando la ciencia descubrió estas funciones del sistema digestivo, se le empezó a conocer como el “segundo cerebro”. Lo más interesante de este peculiar descubrimiento es la conexión entre el aparato digestivo y las emociones.

La relación entre las emociones y el intestino 

El sistema nervioso central se comunica con el sistema nervioso entérico, es decir, el que pertenece al aparato digestivo. Ahora todo tiene sentido: las mariposas en el estómago, perder el apetito cuando sentimos ansiedad, nervios, tristeza. ¡Ésta es la razón de por qué nuestras emociones se reflejan en nuestro estómago!

Esto no termina aquí. Resulta que alrededor del 90% de la serotonina de nuestro cuerpo se produce en el intestino. La serotonina es una sustancia química que, entre otras funciones, se encarga de controlar nuestras emociones y nuestro estado de ánimo. 

Cuando tenemos mucho estrés, el nivel de serotonina en nuestro cuerpo disminuye, y las consecuencias de esto se reflejan en el sistema digestivo. Si alguna vez has sufrido de problemas estomacales, vigila tu nivel de estrés pues ésta puede ser una de sus causas. 

La importancia de cuidar la flora intestinal

La alimentación saludable permite que el sistema inmune funcione adecuadamente, lo cual es esencial para prevenir enfermedades. 

En tu intestino habitan un conjunto de microorganismos llamados microbiota o flora intestinal. Estos microorganismos tienen la capacidad de regular el funcionamiento del sistema inmune. 

Esto sucede porque alrededor del 70-80% del sistema inmune habita en el intestino.  La microbiotica funciona como una barrera que protege a tu cuerpo de enfermedades. Estos microorganismos no sólo conviven con las células del sistema inmunológico, sino que también colaboran con ellas para evitar que agentes causantes de enfermedades entren en tu organismo.

La microbiotica también tiene una función metabólica. Contribuyen con el funcionamiento de las enzimas digestivas, las cuales se encargan de procesar los alimentos que consumes para que tu cuerpo pueda aprovechar mejor las vitaminales y minerales contenidos en esos alimentos.

Por esta razón, es muy importante que cuides tu flora intestinal, pues una microbiota equilibrada ayudará a que ésta cumpla sus funciones de protección y que tu cuerpo se beneficie de ello.

El primer paso para cuidar tu microbiota es llevar una alimentación saludable. ¡Qué preocupante es cuando uno de nuestros hijos se enferma! Por eso cuando entendí este tema, empecé a enseñarles la importancia de cuidar la flora intestinal implementando la alimentación saludable en nuestra vida diaria. 

Alimentos que benefician la flora intestinal

Las bacterias que forman nuestra flora intestinal se alimentan de lo que comemos. Por eso, para que funcionen correctamente y puedas prevenir enfermedades como la colitis ulcerosa y la diabetes, debes llevar una dieta saludable.

Con tanta comida procesada que se comercializa allá afuera, es difícil vigilar qué comen nuestros hijos cuándo no están cerca de nosotros, pero hoy te compartiré algunas ideas de alimentos que puedes incorporar en su dieta y que de seguro les encantará:

  • La fibra: los alimentos integrales como el arroz, las frutas y verduras son ricos en fibra. Esta sustancia alimenta directamente a estos microorganismos, lo que aumentará la diversidad de éstas bacterias en nuestro organismo y como resultado, nuestra flora intestinal funcionará adecuadamente.
  • Los prebióticos: es una sustancia que se encuentra en algunos alimentos y que estimula el crecimiento de los microorganismos intestinales. Sazona o complementa tus comidas con ajos y cebollas encurtidas, las cuales son fuentes ricas en prebióticos y que a su vez te permitirá incluir encurtidos en la alimentación de tu familia. Además, ¡son muy fáciles de preparar!
  • Los probióticos: para añadir más microorganismos vivos, diversificar nuestra flora intestinal y fortalecer la salud de nuestro sistema digestivo, debemos consumir alimentos ricos en probióticos, como el yogur. Algunos de estos alimentos son:
    • El chucrut: es un producto que se elabora mediante la fermentación de las hojas del repollo o de la col, y contiene vitaminas A, B, C y E. Si quieres aprender a prepararlo, échale un vistazo a nuestra receta, ¡te encantará!
    • El kéfir: es un yogur búlgaro, similar al yogur natural, pero contiene una mayor cantidad de bacterias beneficiosas para nuestro organismo. El kéfir son el conjunto de bacterias que forman unos gránulos y que, junto a la leche de cabra o vaca, componen esta bebida. Un artículo publicado en el Nuevo Herald señala que este alimento es ideal para tratar problemas digestivos.
    • La kombucha: es una bebida que se prepara fermentando el té verde, negro o blanco junto con el azúcar. Al fermentarse junto con el azúcar, la mayor parte de ésta se convierte en ácidos orgánicos, lo que la hace una bebida baja en glucemia. Además, contiene vitamina B y ácidos beneficiosos para la salud.
    • El tempeh: si quieres preparar un dulce saludable y alto en proteínas, prueba el tempeh. Se elabora a partir de los granos de sojas fermentados y su sabor es similar a las nueces. Entre sus beneficios encontramos que ayuda a prevenir las infecciones intestinales y disminuir el riesgo de enfermedades coronarias. 

Es posible tu familia se resista a consumir alimentos saludables, a mí también me pasó. Por eso te recomiendo que incorpores progresivamente alimentos saludables en su dieta y que a su vez disfruten comer. Los hábitos saludables se instauran con pequeñas acciones diarias, así que empieza probando alguna de estas deliciosas recetas que fortalecerán su “segundo cerebro”.

Realiza una de nuestras recetas saludables. Puedes empezar por el chucrut. Inscríbete al Newsletter para que recibas en tu correo mi lista de 5 pasos para preparar chucrut muy fácilmente. Luego compártenos tu experiencia en  Instragram. 

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